Los veo distantes, en la calle caminando a pasos lentos y dejando el aura del amor, casi siempre es asi, de noche o de dia, la placidez de esos cuerpos severos que buscan esa figura normal del amor.
Y yo tan tranquilo, paseandome, dejando ese olor peculiar a sangre en las aceras frias, muriendo por la delicadeza de unos labios pulcros que sepan cual es mi deseo mas estremecedor, calido y profundo.
Andenes vacios en los cuales me imagino posiciones para dar besos cegadores, y recorrer con mis manos desde el hombro hasta el vientre de tu cuerpo.
Vigilando esas entradas y salidas en aquellas horas donde la multitud se esparce en su miedo de perder la vida en el trayecto de llegar a casa.
Podria andar asi, dejando mi rastro sin ser visto, sin ser acorralado, mas acorralar a todo el que se ponga enfrente mio.
Recortado de la serie : Frank Mont Blanc y los andenes del amor.
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