Cuantas caricias te di, en nuestro momento solitario, en aquel cuarto de hotel, en ese refugio, donde la lluvia golpeaba estrepitosamente, éramos tu y yo, lejanos en tiempo y espacio, regulando una esencia especial en esa habitación.
Me volviste a llenar de esa luz mística que tus ojos regalan, pues eras para mi una figura distante entre las tinieblas de mi pasado; tu nombre me acecho y me desfiguro al volverte a ver, esa es la verdad.
No fue mi culpa haberte encontrado, todo fue un accidente claro y sin una previa premeditación, es algo difícil de comprender para mi, y ahora todo esto nubla mi mente atascada en formas psicodélicas, mientras te miro dormir, descansar en esta cama tan grande, escuchando tu respirar, tu dulce cantar en tu sueño REM.
Era tan desdichado de no querer aliviar mi alma, de no detener mis pensamientos absurdos y retenerlos en mi cabeza de terciopelo, en esa jaula de espasmos todos juntos.
Ya no podía dejar de pensar en ti, en mi vida aparte, en ese recuerdo plasmado en existencias pasadas, en una trinchera de remembranzas pasadas.
Compases de música al tono de marcha fúnebre, cargaba en mi corazón una pesadez mustia que me atormentaba, quisiera haberte tenido en ese momento.
Por el momento te observo dormida, distante de mi, mientras yo solo te observo y escribo de mi reluciente descubrimiento, de mi nueva posesión, pues te amo mas ahora que nunca, no te alejes de mi. Después solo encendí un cigarro y me quede contemplándote ahí con esa expresión muda.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y las aventuras de un exilio.
Pueden pasar los días aquí, mientras no observo las maravillas del ego que se encuentran ahí afuera, pues mientras en este apartamiento de la sociedad aprendo cada vez mas, algo parecido pero no igual a lo que hizo Friedrich Nietzsche, crear una conciencia o recuperarla.
Pues toda la necesidad del poderío ahí afuera no ha sido trascendido, extraño la sabiduría de mi propio mundo, pero no la madurez en la que vivía, es añorar algo que no tenia o que perdí en mi camino alevoso y en libertinaje.
Estoy recapitulando el deseo vivido de mi andar, pero me encuentro alejado y en contención sintiendo una sarta de emociones que no puedo controlar, pues el amor es tan vacío y tan frígido, mi idea se vio acechada por la situación que me movía, un "amor" falso lleno de rencor y de pesadez, algo que me llevaba al suicidio diario, a la entrada a una puerta falsa a la cual salía de este atolladero.
Me creía solo y me daba cuenta que no lo estaba al pensar en este momento, tenia mi conciencia y con ella mi mentalidad, solo no podía encontrarme pues las conjeturas mas abstractas resultaban de una explosión mental.
Sufro y me alejo, de ti, de tu venenoso amor que punza y que lastima, que me hace hundirme, pero culpa de eso yo la tengo, en parte, mientras la noche se apega a este cuarto tan frío, a la vez te extraño.
Todo lo que se une se deshace.
Seguiré envolviéndome en este cuarto, y desenvolviendo mi mente para así conseguir un estado alternativo en mi corta existencia donde dejare marcado un legado abstracto de ideas, de sensualidad escrita.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y las aventuras de un exilio.
He vuelto, en un andar distinto y sin aturdimiento, tranquilo y directo, como antes y como nunca.
He regresado a mi estado sin amor, aquella sin ilusión y con mucho interés en mis letras lejanas, sin pensar en una musa, solo pensando en el arte de mis palabras plasmadas en ecos de papel y tinta.
Te olvide por que así me lo pediste, porque de esa manera te dejaba libre al fin, para que tomaras el rumbo perdido de la distracción con acompañantes de nombres variados, de ataviadas personalidades.
Aunque dejaste en mi la única enseñanza que pude tomar por correcta en mi vida rodeada de la comprensión dionisiaca, del afán por algo efímero. Poder continuar sin esa semilla plantada en mi, sin esa sensación en principio dulce y en termino amarga: amor, ese letargo ínfimo de la locura de un hombre esperanzado.
Que al final todo esto desaparecería en una nube pasajera, y que pasaría ante mis ojos recordando todos esos momentos felices que un día viví.
Por el momento me siento contento logrando así poder dejarte al olvido, ya que eras preocupación ante mi mente, ahora te has convertido en volcán en inactividad, ahora amo mi cuerpo, mi afán por crecer sin ti, sin tu necesidad de engañarme y lastimarme, pues en tu lecho luce ese odio por mi, ya que te he lastimado, acepto esa responsabilidad, puesto que me has tratado como el mas ínfimo can.
Me olvido y comienzo la introspectiva en mi momento, por lo mientras son las once de la mañana y mi desayuno ya esta listo, y Ana Luisa ya me esta esperando en el restaurante del hotel con su sonrisa especial.
Recortado de la serie : Frank Mont Blanc y las aventuras de un exilio.
19/Julio/2014
Basta con solo colocarlo sobre la mesa, es un haz de luz que tome de la lectura que hace derramar mis ideas en esta hoja de papel, blanca como la conciencia que no tengo, que deje regada en mi antiguo departamento. Y es que en esta época de la vida, en este siglo XXI, en el cual encuentro mas complejidad en el estereotipo de la vida y sus demonios, pues es notar la fallida base de valores que nos acoge, y es por eso exponer esta idea tan abstracta pero con valor minimalista.
Y llego a la conclusión de que no deseo que nadie me ame pues me amo a mi mismo y nadie podrá darme ese amor que yo deseo, pues nadie se acopla a nadie, pues cada quien tiene deseos propios, los cuales caminan a un lugar objetivo y con hambre voraz; situación que hace ponerme alerta y denotar tal atrocidad para mi, dejándome sin un refugio, cuando yo creía alardear de algo tan falso y sin eco.
Encuentro esto en una lluvia de ideas, en un acto de maduración en la escena pop de una época llena de inseguridades muchas, en esta vida que me atrofia mis pocas emociones y me hace quedarme inmóvil en la comodidad del sillón de piel, observando la TV con fondo infinito hacia las estrellas y planetas, que seguirán ahí.
Ahora comprendo, ahora lo hago y sufro, pero me doy cada vez mas cuenta de la mentira en la cual vivía; Solo naces y solo te mueres en el mismo sillón en el que estoy.
Amarte es lo mas efímero en esta creencia en este baile organizado por los dioses mas egoístas del universo, hoy caigo en conciencia.
Gracias.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y las aventuras de un exilio.
