Quien eres !!!

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Melancolia de las 6.30

Noche estrellada, Vincent Van Gogh.


Es eso en lo que mi mente se entretiene, en la duda, en crear mundos irreales en los cuales no puedo ni debo concentrarme. Mientras estoy aquí, sentado en mi sala, escribiendo el texto de este día. 
Me siento melancólico, tal vez sea la melancolía que tiene cita  a las 6 de la tarde, mientras mis ideas se despedazan y mi alma sigue en ese mismo estado; quisiera creer en mí mismo, pero sé que debo organizarme bien. 
Te espere tanto tiempo y jamás volviste como habíamos quedado, mi numero de teléfono se quedo apuntado en tu libreta de hojas de reciclado, y mi amor se quedo colgado como tu palabra.
Llegaste sola, halagando mi mundo y te apartaste solitaria.
Me quede pensando en todo eso que habíamos hablado, en todo lo que te dije y se fue a la basura. 
Eras mi ángel protector, habías caído de la nube de la alegría y mi mundo había dado un giro espectacular.
Pero como todo te has alejado lentamente, sin dolor, sin sufrimiento, solo con este recuerdo. 
Ahora solo sigo como antes, vago en la libertad de las palabras indiferentes a un mundo equivoco como en el que yo vivo, en donde lo malo es lo bueno y lo bueno es lo malo.
Me dedicare a buscar eso que no tengo, eso que había dado por muerto con tu llegada, sin mas preámbulos me uno a brindar por ti, mientras esta trago amargo pasa por mi garganta, dándome un momento más de placenteridad. Placenteridad que se esfuma y no regresa. Porque esperar un regreso, solo sería el tuyo.
Dolientes ensangrentados sufren idilios en las avenidas de sus vidas, dejando todo aparte por continuar, por ser y dar todo eso que guardan dentro de sí mismos. Hemos venido a declararle la muerte a la frialdad y continuar con eso con lo que no se juega, con lo que no se toca con las manos sucias, con eso, con el amor esponjado. 
Especialidad de amante efímero, mis gotas de sudor al estar en aquella posición, se ha vuelto un arma de dos filos. 
Desde tu partida la continuación ha sido lenta, ha marcado mi corazón.
Pero no hay razón para olvidar que la vida es alegría y felicidad y que debo continuar con mi página.
Parado desde aquí, desde este lugar, un cabaret, me doy cuenta en donde comencé a darme cuenta de este amor, de este que yo menciono, fugaz y con caducidad. Ahora solo se que debo alzar mi copa hacia la desdicha y continuidad de las cosas.
Adiós Nicanor, adiós carita de arroz, adiós alma mía, te dejo dónde estabas, donde tu imaginación no te dejo escapar.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y sus emociones torcidas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Déjame decirte todo.


Déjame hablar claro, déjame  escribir todo eso que siento por ti ahora, quiero contarte todo al oído, ven acércate, regálame unos minutos.

Déjame mirarte a tus ojos desnudos y poder mirar mi reflejo en ellos, olvida todo lo que te han dicho del amor, y acércate a mí para enseñarte el final del principio.

Déjame seducirte con mis cosas, déjame hablarte tranquilamente y besar tus labios rosas, mientras también tu cabello toco, para así después su aroma salga y me vuelvas loco.

Déjame abrazarte y dejar mis manos en tu cintura,  sentir como tu piel se vuelve chinita por el efecto de mi tacto.
Amor mío, Lucero de mis noches, estrella fugaz del cielo eterno, ¿sientes lo mismo que yo?

Déjame observarte mientras la Luna cae del cielo, en mi cuarto, cuando estás aquí, a mi lado, recostada en mi pecho después de besarnos por muchas horas.

Déjame permanecer así por mucho tiempo, déjame amarte por siempre, haré lo imposible por que tu cuerpo, mente y espíritu, dance al ritmo de muchos escritos que aún faltan por hacer.
Te quiero musa hermosa. Y la realidad es que de todas las musas solo tú eres la que enciende mi mundo, la que me hace tener sueños locos a tu lado.

Dejaste la luz encendida de mi cuarto la otra vez, cuando estabas ahí conmigo, no lo olvido. Y esa luz era la de tu entrada, la de tu cuerpo destellar mientras estabas ahí, mientras la delicadeza de tu cuerpo exploraba.

Déjame expresarme claramente cuando nuestros ojos estemos mirando, cuando los helados de queso compremos y disfrutemos de la tarde, lenta y sublime.

Espero siempre me dejes quererte, por qué tenerte de esa forma seria la única de llegar a amarte por siempre.

Te seguiré esperando aquí, en mi sofá de color negro, escribiendo muchos más textos en donde lo único que aparece eres tú, dejando tu amor expresado en mi cuerpo mudo.

Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y el amor hacia Mariana.