Puedes preferir lo que sea, lo que tu mente te dicte, puedes continuar con lo siguiente, y tratar de impulsarte nuevamente si es que deseas permanecer aquí, si es que en verdad decides aventurarte con esa tarea.
Espejismos que flotan, mi cara rejuvenecida por el pan de los dioses, dulcinea sigue muerta y con ella su amor que jure guardar en una caja de cristal.
Te extraño, en mis venas corre el veneno que se calentaba al estar contigo, en tus brazos, escuchando cada día una nueva canción salir de tu boca.
Experta, caritativa, soñadora, la vivienda de mis emociones, clarificar lo que siento seria absurdo, pero no puedo dejarlo que se escape de esta mi boca carnosa, con aroma a naranja.
¿Qué has hecho?, ¿Dónde te metes?, ¿Me has extrañado?. Son solo preguntas que jamás responderás por que tienes una barrera inexplicable, odias la felpa y el peluche de los osos de la feria, así como los cines y los lugares ruidosos. También me odias a mí y lo haces por qué no puedes despegarte de aquellos detalles, de aquellas imágenes que tienes en tu mente, por que aun no salgo de tu trinchera a la que llamas corazón.
Olfato, vista, tacto, eso es lo que pude explorar en tus terrenos, en tu jardín prohibido que siempre escondiste, en el que siempre deseaste hacer parecer que no había nada, porque jamás pude haber tenido una pizca de compromiso, inequívoco adiós, mi muerte en dos, en el alma y en la física. Hoy me he alejado.
Ojala existieran nuevas palabras para renovar el alma, o besos que curaran heridas de los labios promiscuos, o por lo menos una dulce voz que arrullase mi profundo sueño. Solamente mas cosas que no puedo poseer, porque tal vez no he nacido para eso, o aun no estoy preparado.
Seguiré esperando aquí sentado, esperando a que se acabe mí Martini se acabe y pueda comer la aceituna, con mi cigarrillo haciendo humo y mis sentimientos regados en el cielo con las estrellas bailarinas. Seguiré abriendo mi mente para encontrar más detalles en mi vida en la cual no puedo encontrar ese amor deseado.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y la mente abierta en el pent-house de Polanco.
