Pasiones extrañas y arraigadas llevo en mi corazon, especialmente cuando mis emociones cambian, esas que matizan mi vida y alegran mis dias.
Disfruto de tu compañia, al lado del sol y los arboles. Caminando juntos en la arboleda de la expresion, cortando hojas con versos impresos. Te observo mientras lees y compartes tu sabiduria.
Dolores agudos al desprenderme de tus labios, y de tu cuerpo que abrazo cuando sueles venir aqui conmigo, como en esta tarde. Te miro a los ojos y me adentro en la profundidad de ellos, descubro tu interior y me abrigo con el calor ajeno. Versos inocuos para dulcineas atrapadas en el destello magnifico del amor estrellado.
Tu color de piel envenena a mis pupilas y me hace tenerte cada vez mas cerca, hasta que toco tus labios, degustarlos es la llave hacia mi inundacion de amor mental.
Cierro los ojos, disfruto la humedad de tu boca, del roze de los labios en una muestra mas de afecto fisico, de ese que desearia albergar mi cuerpo roto.
Nocturna a la vez, cuando las estrellas se posan en el manto estelar. Observo tu sonrisa , con calma, sin agilizar al tiempo, a detalle como el joyero al diamante.
Expresando esto y tal vez mil cosas mas en tus oidos esteticos, esos que no dejan de escuchar mi deseo mortal.
Callada mientras te observo, y devuelves esa mirada haciendo una conexion singular. Me derrito, me desconcentro, quisiera dejar de pensar todo esto por abrazarte y culminar con un beso.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y los recuerdos que atemorizan la memoria.
