"Carta de un amante desesperado"

Amigo: te escribo para decirte que terminé lo que escribimos, lo pasé en limpio y se ve perfecto!! Tus palabras son las más puras que leí. Espero que te guste, lo llamé "Carta de un amante desesperado"...

Y empieza:

Amor:

Salí huyendo por la puerta falsa, en un domingo en donde las nubes no tapaban el sol. Tenía miles de cosas en la cabeza, era una especie de popurrí mental en donde mi única opción era escapar. Escapar de un sueño veraniego del cual no me había percatado que en él te olvidé, entre penumbra y delirios. La cantidad de dolor que esto provocó recorrió mí espina dorsal intensamente. Supongo que hasta hoy sigue siendo un dolor raro que se conecta directamente con el corazón.

Ese dolor no sólo me marcó por completo, sino que pintó de culpas a un día tan amargo como el de aquella vez en el que te abandoné entre luz y promesas de felicidad, porque no solo fue amarga la huida, sino que mi alma se había convertido en un martirio en vida. Te ame como a nadie, y como a nadie te olvidé, por que el recordarte me hacia volver a tenerte en mi mente, fría y lúgubre.

Por eso me prometí a mi mismo dejar el pasado atrás y refugiarme en otro lugar donde no te reconociera. Uno en el que tan sólo existiera un haz de esperanza para recomenzar. Tenía muchas opciones, todas ellas de distintos matices: viajar al caribe y descubrir la calidez del sol, la brisa del mar o sino recorrer el mediterráneo y ver en carne propia aquellos espejismos que una vez miré en libros y que además prometimos recorrer juntos. Todos prometedores, todos igual de miserables sin ti...

Cariño, déjame decirte que la lejanía no inauguró una nueva idea en mi vida, sólo era para apartar tus pensamientos de mi mente, y conocer a esa linda chica con ojos miel, con dulzura de poetisa, a la que observé en sueños sentada en un sillón, besando mis labios y así olvidar.

Olvidar?, para qué?, solo formaba parte de mi plan para encontrar de nuevo mi alma. Pero sé que encontrarla no lo lograría si no fuera sólo en ti.

En vida esto parece delicioso, en muerte es pálido y oscuro, el estado medio no existe. Y el mío tampoco.

Lo único que me sostenía era el recuerdo. Si elegía olvidarte, también elegía mi perdición. Aunque deseará escapar, el pánico a perderte era más fuerte que cualquier huracán arrasando sobre la tierra. La idea de tener que despojarme de lo más singular y preciado de mi vida era tan estúpida como creer que lograría mi meta: salir huyendo por aquella puerta falsa, un domingo por la mañana.

Amor…te escribo esta carta para que vengas a salvarme y a perdonarme por haber cometido el error más grande de mi existencia: olvidarte.

Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y Flor, Imaginacion en un vaso de agua.

Este es un texto con la colaboracion de una amiga muy lejana, pero tan cercana en mi nueva vida, gracias flor, te

agradezco mucho tu participacion.!!!