La noche se ha vuelto marginal, me siento eufórico y la expresión de mi rostro se ha elevado por sobre todas las cosas, mis muecas sencillas se han ido, mas bien ahora mi cara esta comprendida por algo mas, eso a lo que le llaman calentura en forma desmesurada. Pasión que calienta mis venas y me reivindica al acto, a aquel acto que puede ser agresivo o tal vez con amor.
Paseo por las calles, y me detengo en una tienda de rápido acceso, las luces llaman mi atención y alimentan mi ser, podría dejar pasar aquella atención pero prefiero continuar hacia adentro, y pedir una cajetilla de cigarros, de esa marca que su pretnciosa etiqueta muestra una penetración en forma figurada gracias a su mensaje subliminal.
Andando por aquí, sentada en la acera de reforma, la miré, y con esa mirada que tengo en este momento, deseoso de algo mas, de saber en que consiste su color de piel y de encontrarme mas dentro de su ser. Le pregunto su interés acerca del famoso mete-saca, me noto un poco abrumado pero con la clara idea de llegar a ese punto en el cual mi idea es exacta y en la cual no pongo mas palabras que denoten belleza para llevarla a la cama.
Olvido lo que dije previamente, y la pregunta se detona, ¿Te gustaría empezar con un juego normal del cual podríamos hacer deporte?, no dice nada, esta helada, su sangre aun no llega a su cerebro.
La invito a casa, en verdad lo que sucederá es fantástico, eso imagino cuando le comienzo a rosar mis labios por su espalda tibia, después de susurrar tantas cosas a su oído, preferible a pagar por un amor fingido en una calle de humor que tiene por nombre "Sullivan", en la ciudad de México.
Es armonioso observar sus lindas lineas corporales; amante de ellas y sobrio por conseguir un poco mas de ti y de tu bella escultura. Pieza de algún vals que forma la pauta en este cuarto sombrío y quieto, mientras tu ropa y la mia yace en el suelo, y nos concentramos en algo mas que mirarnos. Te poetiso el momento y no dejas de decir que es agradable, mientras mi cara se vuelve aun mas loca y detona muecas en tonos oscuros.
Tu piel blanca no se puede desapegar de mi mente, te observo y la obsesión por tenerte tendida en esa cama, en la que mi mente hecha a volar su imaginación y sigue así hasta poder consumirnos en una pasión avasalladora.
Tus manos rasgan mi espalda y tus besos son cosquillas para mis labios, tu idea loca que susurra ideas a mis oídos encienden una vez mas a ese demonio que consume mi cuerpo cuando me encuentro solo y desearía que estuvieses aquí para decirte lo mucho que necesito esas palabras reconfortantes para mi calentura.
Preciosa, he vuelto de la muerte y ahora mi idea es exacta, te pondré nombres de mil colores, y perfumes en tus hombros y alumbrare tu día con palabras reconfortantes para que no escapes como animal nocturno después de dejarme inservible en aquel aposento en el cual fuimos testigos de una imagen impactante, un homme at une femme haciendo eso que llaman la locura divina, la pasión encantadora, la lujuria desatada, amantes de nadie y poseedores de nuestros cuerpos en estado explosivo, esa manera de tener sexo en una forma loca.
Eres sensacional, eres plácida, eres la locura misma. Una dosis muy buena del elixir del demonio mismo, aquella belleza inspiradora que encontrare en muy pocas ocasiones y seguirá atrapándome por cada noche mientras estés en este mundo.
Finalmente me he puesto de acuerdo con la imagen de tu vida, con esa exactitud que tienen tus caderas y el color de tus ojos miel que me recuerdan la primavera. Jamas te olvidare, jamas extinguiré ese fuego que llevo dentro, gracias una vez mas, te agradezco estos momentos de lucidez para escribir acerca de mi emoción contigo, en aquel lugar en donde dejamos impregnada la pasión en un momento avasallador.
Recortado de la serie: Frank Mont Blanc y la sencillez de las cosas.
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