Soñando

Lake of Torre Faro (Messina)

Son las 10 de la noche ya, hace frio y no tengo nada en el estomago.

No me gusta dormir con el estomago vacio, siento espasmos y nauseas a la mañana siguiente. Extraño el aroma de la cocina de mamá.

Enciendo la vela de la mesilla de noche y comienzo a desvestirme de la manera en que yo lo hago: dejando la ropa tal cual fuera la piel de una vivora. La cama sigue aun destendida y sera el medio de transporte hacia mis sueños. Me gusta dormir pero no lo hago seguido, las horas de trabajo en la fabrica son pesadas y mal pagadas, siempre trato de trabajar un poco mas. Me inundo en mi cama, y me cobijo.

Dentro de 10 minutos mi sueño hara que me adentre al mundo interior.

Ya dormido, no tengo conciencia de muchas cosas, hasta que comienza el sueño y descubro que estoy en una ciudad perdida, donde no hay gente que habite este lugar. Siento miedo pero es normal, a lo lejos se ven varias casas de colores marchitos por el tiempo, y junto a ellas hay un lago que adorna el conjunto habitacional. No observo a nadie y me acerco cada vez mas para encontrar a alguien, me siento desconcertado. Al llegar al primer pórtico de las casas de color marchito hay un señor sentado fuera de su casa, me acerco y a escasos 2 metros levanta un revolver, pero no dice nada, me quedo quieto y baja el arma, no digo nada y me desvío, camino hacia el rio observo mi reflejo en ese espejo imaginario. Me veo como soy, de hecho una versión mejor de mi esta reflejada en el agua. Me pierdo observando el reflejo tranquilo sobre el manto plateado y de pronto el agua se turbia, un pez ha salido a observarme y me ha preguntado como me llamo, me quedo anonadado en una lluvia de ideas y pensamientos sobre la voz de este pez. Le contesto tranquilamente que mi nombre es Perry. Seguidamente pregunta que si deseo observar algo muy especial, accedo y me dice, sigueme.

Rápidamente se incorpora al fondo obscuro pero yo dudo si meterme o no. Decido no hacerlo.

Me quede pensando en otra cosa y no tome en cuenta al pez, que ya habia salido otra vez y estaba silbando a manera de que lo viese. Lo observe y me dijo que no lo pensara, que decidiera lo que debía hacer. Junte todo el valor que tenia en ese momento y me zambulli al agua, no era fria, era una sensación acuosa demasiado placentera, quise inhalar por mis narices y se encontraban cerradas, a su vez no sentia la necesidad de respirar, todo se encontraba en perfecto orden.

Comencé a seguir al pez que nadaba en forma bestia, mis manos y pies tomaban forma de aleta de tortuga y mi nado se fue mejorando, y mis latidos estaban al mil, asi como mi adrenalina corriendo por mi torrente sanguíneo.

El mar era inmenso y se casi no se veia, pero el pez tenia un brillo especial, lo seguía como impulso, pasábamos por zonas muy obscuras y tétricas, tuve miedo de rozar con mis manos o pies algo ahí abajo.

El pececillo viro hacia la izquierda en su nado y acelero el paso, mientras una vocecilla en mi oido se mostraba tenue: No te preocupes, ya casi llegamos.

Mi corazón se sintió alegrado de saber eso. Pasaron como 5 minutos y llegamos a una ciudad submarina que a ella se llegaba por aquel tunel. La descripción es tan maravillosa que no tengo palabras para describirlo, solo se que hay una construcción que se ve firme y futurista, supongo que dentro de los edificios hay vida. Cada vez me acerco mas, mientras el pececillo sigue nadando hacia la entrada del castillo mas grande.

En la entrada del castillo estan dos humanos parecidos a mi, solamente que mas altos y mas fornidos.

Ellos dicen que me conducirán a un sitio donde me tengo que reunir con alguien.

Me toman de los brazos y  me llevan cargando hacia la entrada.

Ya en la entrada se observan algunas sirenas y tritones también, andando dentro del castillo. Quisiera saber mas de este mundo submarino pero aun nadie dice nada, ni por que estoy aquí.

De repente el despertador suena, y tengo que levantarme para irme a trabajar. Maldita sea, me habia hecho un viajante mas en esa realidad alterna, para después caer en mi realidad otra vez.

Por eso me encantan soñar, en los sueños soy libre de verdad.

Recortado de la Serie: Frank Mont Blanc y los 2011 dias de reflexion.