Ella.

Habremos personas que normalmente somos apasionadas en nuestra forma de amar a otras personas, exactamente eso me pasa a mi, normalmente cuando la imagen inmaculada de una cara bella sucumbe mis neuronas.
Es lindo cuando veo el globo de su imagen personal en el whatsapp, cuando me doy  cuenta de que ella esta activa para mi y su sonrisa comparte mientras mira la pantalla de su móvil, es algo exacto pero a la vez tan impreciso que me hace temblar, cuando imagino como besar sus mejillas, y es que la verdad deje posadas mis letras en la mesilla de noche y me lance a una aventura que no sabría si tenia fin, para no conquistar mas que mis meninges hinchadas de tanto sufrimiento.

Ahora que vuelvo, regreso en un andar normal, pero con tantas ganas de amar, de volver a sentir eso, que siento cuando deseo verle sus ojos al unisono del sol radiante, o de una luz que no perezca.
Asi pues me inundo en una serie de pensamientos que no puedo dejar escapar, para reunirlos aquí, expresando el amor a mis 31 años, que no es exactamente lo mismo que cuando empecé a escribir.

Pero regresemos a la descripción total de aquella belleza intrínseca que me hace volverme loco entre risas y detonaciones cerebrales que las propias drogas no contienen en sus propiedades.
Su cabello negro como la noche misma, sus ojos como dos vasos de agua y un tono cafe-claro, en donde hundirse esta permitido mientras esas pestañas lo permitan, es una imagen que te hace nadar en ello, mientras te vas hundiendo mas y mas, tal cual canto de sirenas en alta mar.

La idea de la felicidad pausada y en alta definición, al mirar la estructura de un amor que jamas llegara a un final feliz. Esa es mi perspectiva , esa es la realidad, un montón de ideas acertadas acerca de una belleza en particular, pero con una idea demasiada fija en perecer sola, para que el amor no destruya sus ideales perfectos, es esa mi imagen , lo que yo solo observo, lo que no me gustaría volver a pensar, lo que desearía que no pasase, mi amor aun estoy aquí, pero tu mirada no apunta hacia a mi.

Y es que entre trastornos nocturnos que quitan el sueño me olvido de mi mismo y entre sueños y sabanas húmedas recuerdo tu dulce olor que revivió un día mis expectativas mas muertas, y es arte, por que del arte nace todo esto, todo esto que un día no deseo revivir de verdad, pues el amar es sufrir.

Ojos hermosos que perecen en el bosque de las almas muertas, de las fogatas y danzas de albedríos disconformes entre desnudos poéticos, quisiera revivir mi edad mas joven pero teniendo la mentalidad que ahora tengo, es imposible, aunque dicen que imposible no es nada.

Por ultimo el mencionar que deseo posar mis labios en los tuyos y desenfrenarnos en un beso que dure mucho tiempo, pues amo la delicadeza de tus dientes de color perla, y continuo con tocar tus manos y desaparecer en una nube de indiferencia, para después no recordar que tus besos son demasiado hipnotizantes.

Recortado de la serie : Frank Mont Blanc y los deseos bajo el aguardiente.